Entre las piezas que cantaremos este sábado, 26 de enero, a las ocho de la tarde en la Iglesia de Sta. Marina la Real de León, estará Idumea.
Este himno, escrito por Ananais Davisson (Shenandoah County, Virginia, 1780-1857) evoca las melodías tradicionales de los Apalaches.
La melodía se usó en la película Cold Mountain (Anthony Minghella, 2003) y acompaña las imágenes de la Batalla del Cráter, una de las más cruentas de la Guerra Civil americana.
La forma de cantar esta pieza, con un estilo que podríamos denominar "folk", encaja de manera perfecta con el poema de Charles Wesley que sirvió de inspiración a este himno.
La primera frase "¿Entonces, voy a morir?", introducida por las quejumbrosas notas del violín (aunque en esta ocasión la interpretaremos con acompañamiento de piano) nos sitúa de lleno en la historia.
Se suceden después las entradas escalonadas de las voces graves, expresando el miedo de entrar "en un mundo desconocido".
Las voces femeninas desarrollan en los siguientes compases la inquietante idea: "Una tierra llena de profundas sombras, jamás imaginada por el pensamiento humano [...] donde todas las cosas se olvidan".
De nuevo, las voces masculinas ofrecen la duda sobre lo que nos espera en el más allá, " felicidad eterna o eterno lamento".
Y es entonces cuando las voces femeninas, con brillante energía, describen la esperanza del final de los tiempos: "Despertado por el sonido de la trompeta, me levantaré de mi tumba para ver al Juez coronado de gloria, y veré los cielos en llamas".